Siempre me ha gustado el cielo, ver las cosas desde arriba, en mi ordenador tengo mínimo una foto desde la ventana de cada avión que cojo y siempre me ha encantado ir mirando abajo y me he preguntado mil veces que se sentiría al volar por las alturas.
En Agosto de 2015 una amiga me propuso hacer una actividad diferente, aprovechando el buen tiempo que hace en Canarias se había puesto e contacto con
Parapente Canarias para pedir precios, al principio ibamos a ser unos 6 o 7, pero se fueron rajando, por precio, por tabajo, por miedo o por lo que fuera, así que al final fuimos tres personas las que nos apuntamos. Por cuestiones de eso, que la gente se raja a última hora, nos adelantaron la cita unos días y me cogió de imprevisto, no importa, yo iría igual. Nos reunimos con ellos en El Puerto de La Cruz, donde nos subimos con ellos a su furgoneta con todo el equipo, durante el trayecto nos iban contando como empezaron y como eran sus métodos y equipo hace unos años, en resumen, os diré que en comparación con lo que hacen ahor, no lo veríais muy seguro, sobretodo el tema tándem, eran todo unos temerarios jajaja
Subimos por el monte de Las Mercedes, por La Laguna, ese día hacía algo de viento y no sabíamos si podríamos despegar, pasamos por un par de lugares en lso que comienzan el vuelo pero hacía tanto viento que seguimos subiendo hasta llegar a Izaña, que para quienes no lo conozcan, es en Las Cañadas del Teide, el volcán más alto de España, recuerdo que mi madre me dijo
"¿No tenías otro punto más alto del que tirarte?" Le dije que de momento no tenía presupuesto para tirarme de un avión en caída libre, creo que no le hizo mucha gracia.
Al llegar arriba nos explicaron las normas de seguridad, como teníamos que ponernos los arneses (auqneu ellos nos los pusieron al final) como funcionaba el paracaidas de emergencia, como evitar que se nos durmieran los pies, y como funciona el parapente. Ibamso con cinco parapentístas en total, nosotros tres, y una pareja de alemanes, la chica alemana salió primero, pero una ráfaga de viento la arrastró un par de metros junto a su monitor, levantando tierra por todos sitios, se puseron de pie y volvieron a la salida, mientras tanto salió mi amiga con su monitos, casi le pasa lo mismo pero nada aparatoso y salió sin problemas, al llegar abajo me contó que le había dejado los mandos del parapente para que ella lo probase, ¡Que suerte! Después de ella llegó mi turno, estaba asustada porque ya había visto dos personas arrastradas por el parapente y no me hacía gracia comer tierra volcánica la verdad, el monitor me dijo, cuando te diga ya corres ¡Ya!... Y no corrí, ya estaba en el aire ¡Eso si que es rapidez! Bueno y ¿Cómo describir el vuelo?
Impresionante, el norte de Tenerife es precioso desde el cielo.
Además es muy relajante, allí arriba no se oye nada de nada, solo el viento cuando te da de lado, de resto nada, ni los coches ni el mar, ni el bullicio de la gente...
Al llegar abajo ya mi amiga había aterrizado y estaba ayudando a recoger el parapente, ya estaba llegando la gente del segundo turno y nso estaban preguntando como había sido, la verdad es que no hay palabras para explciarlo, lo mejor es vivirlo. Al final el vuelo duró casi una hora.